17 de diciembre del 2012.
Los vientos del norte azotan los techos, mueven las ramas de los árboles y nuestros corazones sienten un renovado espíritu, es el tiempo de la Navidad y con ella la alegría de los regalos, las fiestas y el sabor de los tamales.
Sin embargo, como guías y scouts no podemos dejarnos llevar por lo externo de la festividad, es necesario por tanto aferrarnos al real significado de estas fiestas: el mensaje de Esperanza, Paz y Amor que implica la Natividad, la llegada de un niño que se sacrificó por mostrarnos un camino de automejoramiento y servicio, que Baden Powell recoge en aquella frase que dice que “Dios nos ha puesto en este mundo para ser felices y la mejor forma es haciendo felices a los demás a través del servicio.”
Por tanto, como tarea de Nochebuena, podemos iniciar un momento de reflexión sobre cómo hemos cambiado el mundo durante el 2012 y aprovechar estos días de cercanía con nuestros seres queridos para planear el cómo en el año que se avecina lograremos dejar cada día el mundo mejor que como lo encontramos.
Un abrazo fraterno, cargado de buenos deseos y la fe inquebrantable en que cada guía y cada scout materializará lo mejor del espíritu navideño en todos los aspectos de su vida y la de quienes le rodean durante el 2013.
Ileana y Juan
Jefatura Guía y Scout Nacional
